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Mi nombre es Daniel, tengo 25 años, soy alto, morocho y tengo un poco de la famosa “panza cervecera”. Hace más de 4 años que estoy en pareja con Bárbara, que tiene 24 años, una hermosa morocha de pelo largo, baja de estatura, con senos normales y un hermoso culo que te deja volteando ni bien la ves. Desde que me puse de novio con ella, no estuve con ninguna otra mujer. Hasta que sucedió con su propia hermana. Ella se llama Carolina y tenía 15 cuando la conocí. Era casi igual a su hermana, pero con más busto y sin la cara angelical de mi novia.
Cuando aún no vivíamos juntos, yo me quedé una tarde a dormir con Bárbara en la casa de los padres dónde lógicamente vivía su hermana menor. Ese día, comenzó a surgir un morbo increíble en mi. Al despertar de la siesta, y estar acostado junto a mi novia, tenía una erección increíble, pero no aguantaba las ganas de ir al baño y como estaba todo en silencio me levanté y, al salir del dormitorio, iba rascándome mis partes íntimas cuando levanto la vista y Caro estaba en la pc mirándome fijamente el bulto y al ver cómo me lo rascaba sonrío y siguió mirando el ordenador.
Desde ese día, no me pude sacar de la cabeza como la pendeja de 15 años me había ojeado el bulto y se hizo la boluda. Como teníamos una buena relación, siempre estábamos empujándonos y pegándonos entre nosotros. Pasaron muchos años y, para mí, nunca iba a pasar nada ya que siempre me consideré una persona estrictamente fiel.
Pero todo cambió hace un mes. Ella comenzó a salir de fiesta con las amigas (ya tiene 18) y yo estoy viviendo con Bárbara. Ese día tuve una comida con mis amigos, y cerveza va, cerveza viene, terminamos todos en el boliche. Ahí me la crucé a mi cuñadita con un vestido rosa muy corto que se le notaban sus hermosas piernas y su espléndido trasero. Cuando me vio, vino corriendo a abrazarme y nos quedamos charlando un rato, luego cada uno siguió con sus amistades. Al retirarme, la veo a ella y 2 amigas que estaban esperando un remis, cómo yo quedé en el auto con sólo un amigo, las recogimos. Llevé primero a mi amigo que me quedaba de paso, y luego a sus dos amigas, quedando solamente los dos. Le pregunté si quería ir a su casa o si quería ir a dormir a mi casa, como había hecho muchísimas veces y dormimos los 3 en la misma cama. Me dijo que no quería que sus padres la vieran alcoholizada, asi que fuimos a dormir a mi casa. Guardo el auto a 1 cuadra de mi casa, así que fui a estacionarlo y cuando paro el auto, dice:
-C: ¡No aguanto más!
-D: ¿Que te pasa?
-C: Desde el día que te quedaste a dormir en la casa de mis viejos y saliste envergado, pienso solamente en vos. (Al decir esto, me agarró el pene y empezó a frotarlo sobre el pantalón mientras intentaba besarme )
-D: Espera Caro, somos cuñados. Tu hermana no se merece esto!
-C: Hay alguien que no se está negando. (Dijo mirándome la el ya muy evidente bulo de mi pantalón)
Acto seguido, bajó el cierre, corrió el bóxer y empezó a hacerme una buena mamada. Mientras me la chupaba, yo empecé a meterle dedos por debajo del vestido. NO aguanté mucho tiempo y le acabé en la boca, tragándose hasta la última gota de semen (Cosa que su hermana hizo 2 o 3 veces pero no le gustaba, solo la chupaba y ni siquiera me dejaba terminarle encima). Nos acomodomos y fuimos abrazados hasta mi casa, dónde Barbi estaba profundamente dormida. Aproveché y tiré a mi cuñada en el sillón, diciéndole que ahora le iba a devolver el favor. Nos besamos apasionadamente, mientras le saqué el vestido, el corpiño y una tanguita que tenía metida bien entre los cachetes de la cola. Estuve un largo rato chupando su hermosa y depilada conchita, mientras acariciaba sus blancos senos y apretaba sus bien rojos pezones, hasta que me dijo que no aguantaba más y que por favor se la ponga. Me recosté sobre ella, y empecé el mete y saca suavemente. Ella gemía tratando de no hacer mucho ruido, mientras yo la penetraba y le besaba las tetas y le mordía los pezones. Estuvimos alrededor de 10 minutos en esa posición, aumentando cada vez más el ritmo de mis embestidas hasta que empezó a morderse los labios y contraer la conchita, sintiendo así su primer orgasmo. Seguí bombeando mientras ella se retorcía del placer.
Aproveche y le dije, ahora quiero en 4. Se puso en posición perrito, y empecé el mete y saca nuevamente, esta vez muy fuerte y violentamente mientras le daba algunas nalgueadas en la cola con una mano y con la otra acariciaba su clítoris. Nuevamente estuvimos unos 15 o 20 minutos más y sentí que se estaba viniendo por segunda vez, entonces empecé a bombear con más intensidad llegando los dos juntos al orgasmo. Me abrazó y me besó nuevamente, esta vez fue un beso muy tierno. Y me dijo que cuando yo quiera y/o pueda, ella iba a estar disponible para mí. Le dije que la próxima vez intentaríamos por atrás, y me dijo que ni en pedo, ya que mi pene no es tan largo, pero si es muy ancho (El mismo argumento que aguanto desde hace más de 4 años con Bárbara).
Después de eso, fui a bañarme y me acosté, avisándole a mi novia que me había cruzado a su hermanita en el boliche y la había traido a dormir con nosotros. Al rato apareció Caro con una sonrisa de oreja a oreja y recién bañada. Nos acostamos y nos dormimos nuevamente los 3 en la misma cama, yo en el medio donde dormí con una mano en la nalga de Bárbara y la otra en la nalga de Carolina.
Espero que hayan disfrutado del relato, es la primera vez que escribo. Si les gustó, empezaré a contarles las historias de cuando estuve soltero, que tengo muchísimas y muy buenas.