¡ULTIMO DIA! SEXSHOP OFERTAS DEL 60% DESCUENTO SOLO HOY (TODOS LOS ENVIOS GRATIS Y CON MAXIMA DISCRECION) CLICK AQUI
Hacía ya bastante tiempo que yo había salido del armario y además de eso estaba enamorada de una de mis mejores amigas (Dany), pero siempre supe que jamás íbamos a ser más que eso… amigas, por eso nunca me digne a decirle lo que sentía por ella.
Era un verano caluroso, de esos perfectos como para salir a bailar toda la noche. Dany me convenció de salir esa noche, y me pidió que la dejara quedarse en mi casa; llego la noche, trajo sus cosas a mi casa y comenzamos a arreglarnos para nuestra noche de fiesta. A cada lugar al que íbamos lo chavos nos regalaban bebidas, esa noche no bebimos mucho, solo lo suficiente como para disfrutar la noche al máximo, bailamos, conocimos gente nueva y bailamos de nuevo.
Eran ya las 4 de la mañana cuando decidimos regresar a mi casa a descansar un poco. Llegamos a mi casa, nos quitamos el maquillaje, nos pusimos el pijama, estábamos listas para dormir. En mi cuarto tengo dos camas individuales, pero uno de los colchones está muy viejo y por ello le ofrecí mi cama a Dany, me dijo que no habría problema en que las dos compartiéramos mi cama. Y así lo hicimos, nos acostamos de manera que quedamos espalda con espalda; estaba cansada y sentía como mis parpados comenzaban a cerrarse, estaba a punto de dormir profundamente, cuando sentí la mano de Dany sobre uno de mis pechos, al principio pensé que ya estaba dormida y solo había sido un impulso, así que quite su mano y la coloque sobre su cuerpo, no habían pasado ni 30 segundos, cuando sentí su mano sobre mi pecho otra vez, solo que ahora lo masajeaba; le pregunte qué estaba haciendo, y me respondió con una voz suave al oído –algo que he querido hacer desde hace mucho-. Esas palabras detonaron mi cerebro, voltee a verla rápidamente y cuando me di cuenta ya nos estábamos besando. Dios sus besos eran apasionados, dulces pero sensuales a la vez, ella con un movimiento muy hábil me quito la blusa de el pijama y comenzó a besar mis pechos y a morder y chupar mis pezones, yo ya no soportaba tener encima esa ropa, que de alguna manera nos mantenía alejadas. Nos quitamos la ropa y mientras nos besábamos ella bajo su mano hasta mi entrepierna y comenzó a tocar mi clítoris. Yo besaba su cuello y comencé a recorrer su cuerpo con mi boca, me detuve un poco en sus pechos y seguí descendiendo hasta llegar a su vagina, con mis dedos abrí un poco sus labio superiores y comencé a devorarme esa parte como si fuera el fruto más delicioso que existiera en la tierra. Dany batallaba para no soltar uno que otro grito de placer, pero a veces no lo lograba. Podía sentir como la vagina de Dany se humedecía cada vez más, me volví hacia arriba para besarla, y no pude contenerme más, así que introduje lentamente mis dedos dentro de su vagina, y ella hizo lo mismo conmigo, las dos nos movíamos de una manera rítmica para intensificar la sensación. De pronto Dany me tomo por la cintura, me acostó sobre la cama y puso su vagina en mi cara, sabía que lo que me pedía era hacer un 69. Comenzamos a besar nuestras vaginas, mi lengua no se detenía, solo pensaba en darle placer a esta chica que me volvía loca, a veces se nublaba mi mente y me quedaba paralizada por el placer que ella me brindaba a mí. Fue entonces cuando sentí mi primer orgasmo venir, después a ella le paso lo mismo. Después de un rato seguíamos besándonos y acariciándonos, ella se sentó sobre mis piernas, y pude sentir su vagina húmeda sobre la mía, tenía tantas ganas de masturbarla y hacerla tener un orgasmo, y así lo hice volví a meter mis dedos en su vagina, ella se movía rápido y me pedía que le diera más, me decía al oído –quiero sentirte dentro de mí- no paso demasiado cuando su segundo orgasmo llego, ella termino sobre mi mano; volvimos a besarnos apasionadamente y nos quedamos dormidas así abrazadas, desnudas y completamente satisfechas.
Esa es la historia de cómo mi amor platónico se convirtió en el mejor sexo de mi vida (del cual aún sigo disfrutando)