Hola, este relato es algo que me ocurrió hace ya varios años y que desde entonces marco mi vida.

Desde que descubrí las revistas porno de mi papá, me aficione a la pornografía, todos los días buscaba el momento oportuno para esconderme y hojear esas revistas, me encantaba ver las viejas desnudas con sus pechos enormes y sus piernotas abiertas mostrando toda la panocha en poses vulgares pero incitantes. Recuerdo perfecto aquella modelo de pelo negro, piel super tersa, tetas enormes pero firmes y esa panocha decorada con su vello púbico perfectamente bien recortado que parecía tan esponjado que daban ganas de tocarlo; desde que la vi mi verga creció al máximo, se me puso dura como fierro y en cuanto me toque sentí que la vida se me iba por ahí.  El caso es que disfrute esas revistas mas que nadie, y digo nadie porque descubrí a una de mis hermanas un día viéndolas también y no sé si ella también se masturbo alguna vez viendo semejantes putonas.

Paso el tiempo y luego vino la época de las antenas parabólicas en las que si uno buscaba un poco encontraba canales para adultos a veces abiertos para promoción y se veían ahí cualquier cantidad de películas de todo tipo, gays, hetero, lesbicas, etc. pero especialmente eran películas (como ahora) hechas para hombres en donde las mujeres mas voluptuosas y bellas son capaces de hacer cualquier fantasía sin mayor problema.

El asunto esta en que cierto fin de semana, mi familia y yo tuvimos una noche de ver pelis todos juntos en HBO o Cinemax, empezamos desde en la tarde y habremos visto dos o tres películas hasta que poco a poco se fueron retirando a dormir mis hermanos y mi papá, solo nos quedamos viendo una ultima película mi mamá y yo.  Ella estaba sentada en un sillón y yo en el otro, al cabo de un rato observe que mi mamá ya se había quedado dormida y estaba cómodamente sentada con la cabeza recostada en el respaldo, yo quería buscar una peli porno para hacerme una buena chaqueta antes de ir a dormir y decidí hacer un poco de ruido para confirmar que tan dormida estaba mi mamá, pero no hubo respuesta, estaba profunda.

Comencé a cambiar canales y y satélites buscando alguno de estos canales y pronto apareció en la pantalla la imagen de una mujer siendo penetrada por un tipo con la verga del tamaño de un pepino, la vieja llevaba puesto un liguero y medias negras y eso me hizo ponerme al 100, la verga se me salia del pijama, empece a frotármela discretamente previendo que mi madre fuera a despertar y me viera jalándomela, pero las escenas en la peli estaban cada vez mas calientes y yo igual, necesitaba sacármela para poder disfrutar aquellas imágenes, desabotone la bragueta de mi pantalón para meter mi mano y acariciarme el palo al tiempo que de reojo cuidaba a mi madre por si daba cualquier señal de despertar, así que ahí estaba yo viendo a mi mamá y agarrándome la verga con las viejas cogiendo en la pantalla; Tenía tantas ganas que mejor me saque la verga y continué jalándomela casi frente a mi mamá lo que me excito aún más, era muy cachonda esa situación, el riesgo de que me viera, el riesgo que me cachara viendo pornografía con ella aun lado era casi suicidio, pero me calentaba pensar que ella también disfrutara de ver a su hijo con tremenda erección jalándosela casi encima de ella. De pronto ella se movió un poco, pensé que despertaría y que seria mi fin, pero no fue así, solo se acomodo y continuo en su sueño, pero eso me hizo seguir mas alerta aún, sin embargo empece a ver que sus ojos parecían entreabiertos, su posición ya no la veía tan relajada, ella también ya se había puesto su pijama, un camisón delgado, se había quitado el brassiere como de costumbre y debajo sus pantaletas, todo se transparentaba fácilmente y yo estaba acostumbrado a verla así, el caso es que mientras me agarraba la verga y me masturbaba me calentó pensar que me estaba viendo, me fije en sus pezones y me pareció verlos un poco erectos, también me pareció ver que sus piernas estaban cerradas haciendo un poco de presión una contra otra, me estaba viendo, estaba seguro que lo hacía y que estaba caliente con lo que veía, así que decidí que lo mejor era dejarla ver bien todo, me gire ligeramente para ponerme de frente totalmente hacia ella y mostrarle mi verga grande, dura y para ese momento ya muy roja, me la jale lentamente, recorría mi verga completa de arriba a abajo para que ella pudiera ver sin perder detalle de la verga de su hijo, ya la peli la había olvidado, mi objetivo era enseñarle a mi madre que tan grande y caliente tenía yo la verga; ella se volvió a mover, pero ya no me importo, estaba tan caliente que casi deseaba que despertara para metérsela en la boca, para ponérsela en la mano y que ella me la jalara, quería tocarla besarle las tetas, abrirle las piernas lamerle la panocha, cogérmela por delante y por detrás, era tal mi calentura que casi me voy sobre de ella, pero de pronto me vine, salto un gran chorro de semen sobre el piso, manche mi pijama, el sillón y lo que había cerca, pero no se me bajo la calentura, la seguía teniendo bien parada, sin embargo quede exhausto, me dieron ganas de irme a mi cama, así que cambie el canal, apague la tele y me acerque a mi mamá para despertarla y mandarla a dormir, me acerque lentamente a ella, me senté junto y le toque un hombro y respondió casi de inmediato, le dije – mami, ya termino la peli, vete a acostar; ella se incorporo, le di un abrazo rozandole una teta y me abrazo muy fuerte y me dio un beso en la boca diciendome, -ya acuestate tu tambien, debes estar muy cansado.

Desde entonces no he podido dejar de pensar en aquella noche en que me exhibí frente a mi madre y ella lo gozo.