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Bueno esta historia ocurrió hace una semana. Yo estaba de visita en el taller mecánico de Braulio, un amigo. Paso entonces por delante del taller una mujer de unos cuarenta años. Media aproximadamente 1.60 de estatura, tenía unas tetas muy grandes y unas caderas y nalgas de fantasía. Era muy bonita, su piel clara, y su cabello corto. Braulio me dijo que era la secretaria de un despacho de abogados que quedaba cerca. También me dijo que en un rato volvería a pasar, a la hora del almuerzo. Le dije a Braulio que inventásemos algún pretexto para hacerla entrar al taller e intentar follarla. Me dijo que ella llevaba el auto al taller y que la llamaría con la excusa de recordarle que le tocaba la revisión standard del auto. Que luego veríamos hasta donde llegábamos. Así lo hizo Braulio, y al volver ver pasar a Lorena, así se llama ella, la llamo y la hizo pasar al despacho del taller. Detrás de ella entre yo haciéndome pasar por un cliente.
Entonces me acerque por detrás de Lorena y me apoye ostensiblemente en su culo. Ella no dijo ninguna palabra y sé quedo inmóvil, algo tensa como si tuviera miedo. Entonces con mis dos manos la agarré de cada uno de sus glúteos. Braulio por su parte se acercó hasta Lorena, levantó suavemente la barbilla de ella para que lo mirase a los ojos, y se inclinó para darle un beso en la boca. Lorena, aún asustada, no rechazo mis manos ni el beso de Braulio. Entonces este le índico a Ricardo, su empleado, que bajara la cortina y, aprovechando Lorena estaba como paralizada por la sorpresa, entre los dos la subimos de espaldas sobre el mostrador. Entonces yo metí mi mano debajo de su falda, y de un tirón, arranque una pequeñísima tanguita. Ella solo dio un pequeño quejido, y yo metí mis dedos en su coño con decisión, mientras Braulio con maestría le abría cada uno de los broches de su camisa, dejando las grandes tetas de Lorena a su merced. Entonces Braulio succionó sus pechos y yo levanté sus piernas y metí la lengua en coño y me puse a jugar con su clítoris. Ricardo que hasta ese momento solo había sido un espectador se acercó con un taburete, se paró sobre él cerca de la cabeza de Lorena, sacó su polla y llevó la cabeza de ella hacia su polla con fuerza bruta diciéndole, devórala, muéstrame lo que sabes hacer. Lorena abrió la boca y comenzó a tragarse la polla. Lorena estaba súper caliente y llego al orgasmo gracias al trabajo de nuestras lenguas en su coño y sus tetas. Entonces el bruto de Ricardo se corrió dentro de la boca de Lorena, quien primero se sorprendió y se ahogó, pero luego sorbió toda la leche de la polla.
Al retirar la polla Ricardo, Lorena se incorporó, se lamió la leche de la comisura de los labios e hizo un amago de irse. Pero Braulio y yo que estábamos muy calientes, nos acercamos los dos hacia ella y la agarramos con fuerza. Yo intente quitarle la falda y ella se resistió. Entonces con Braulio la tiramos al suelo, le quitamos la falda, la camisa, el sujetador y los zapatos, dejándola completamente desnuda. Braulio la acostó en el piso, la sujeto de la cabeza y le hizo levantar el hermoso culo. Entonces, sin más, acomodó su enorme polla en la entrada del culo, mientras con una mano masajeaba el clítoris. Sin más preámbulos, y no dando tiempo a que Lorena reaccionase, él metió con fuerza su polla dentro del culo de Lorena. Así comenzó a follarla analmente y ella empezó a gritar y a gemir. Braulio rápidamente acabo de follarla y fue mi turno. Puse a Lorena sobre la parte delantera de un coche y empecé a follarla vaginalmente. Entonces ella me pidió que no le acabara adentro que no quería quedar embarazada. Yo entonces retire mi polla y opté por encularla. Comencé suave, pero fui subiendo de intensidad hasta darle por el culo con todas mis fuerzas. Así seguí hasta correrme dentro de su culo. Al mismo tiempo, Ricardo que se masturbaba viendo nuestra escena comenzó a correrse encima de las tetas ella. Lorena estaba gozando como una golfa y llego a un segundo orgasmo.
Después del orgasmo Lorena se limpió las tetas con un trapo, nos dijo que éramos unos brutos, que le habíamos roto el culo por la fuerza, que ella no era una puta que practicase el sexo anal, y que ahora el culo le escocia. Nosotros le dijimos que parecía disfrutar bastante mientras la enchulábamos. Y ella nos respondió que Braulio era un bruto que la había forzado y que conmigo ya la habíamos calentado tanto que prefirió que yo le rompiese el culo a que me corriera en su vagina con el riesgo de que la dejase preñada. Entonces Braulio dijo que era ella mejor que cualquier puta comiéndosela por el culo, que seguro había disfrutado con las enculadas, y que él tenía ganas de volver follarla. Que si ella quería le pagábamos 100 euros para que se dejase encular otra vez. Lorena se sorprendió, nos dijo que ella era madre de dos hijos, que tenía un marido al que amaba, y que no era ninguna puta. Luego intento comenzar a vestirse con la excusa de que ya se había ausentado mucho del trabajo. Pero Braulio la convenció de quedarse morreándola primero y besándole la cola y manoseándole el coño. En pocos minutos Lorena estaba caliente otra vez y la polla de Braulio estaba en completa erección. Entonces le dijo a Lorena, ven a chuparla. Ella sin más comenzó a chupársela dejando su hermoso culo completamente a disposición de los demás, en una vista que era una invitación irrefrenable a follarla. Inmediatamente yo acaricie el trasero de Lorena y le dije ¿ahora te vas a oponer que te encule otra vez? y ella entonces levantó las caderas en señal de que aceptaba ser follada analmente por tercera vez.
Mientras Lorena devoraba la polla de Braulio, yo le fui metiendo poco a poco mi polla hasta que la tuve completamente dentro de su culo. Lorena parecía estar muy caliente. Disfrutaba mamando una polla como una niña golosa, mientras yo por atrás le metía la polla a mi antojo en su culo. Mientras más duro yo la bombeaba, más chupaba ella a Braulio. Entonces yo retiré mi polla y comencé a meter y sacar únicamente la cabeza de la misma muy despacito en el culo de Lorena. Al tiempo Braulio la sujetaba de la cara y se la movía hacia arriba y hacia abajo rápidamente. Yo entonces volví a penetrarla hasta los cojones, y Braulio y yo comenzamos a llevar un compás enloquecedor que verdaderamente hacía gemir y gruñir de placer a Lorena. De pronto Braulio le lleno la boca con su leche caliente. Ella trató de tragarla toda, pero se le escurría entre los labios así que siguió mamándosela hasta terminarse toda su leche y dejarle la polla bien limpita. Entonces yo me senté en un banco y tomando a Lorena de la cintura la fui bajando hasta mi polla, se la acomodé entre sus nalgas dejándole sentir la cabeza en la entrada de su culo. Luego, empujándola hacia abajo le metí la polla hasta adentro de su culo ya dilatado. Entonces la fui bajando y subiendo lentamente. Esto la hacía jadear y gemir fuertemente. Ella misma además se abría sus nalgas con las manos cooperando para que yo pudiera penetrarla aún más profundo. Entonces la senté de golpe sobre mi polla, enterrándosela violentamente. Así me corrí otra vez dentro de ella, quien me pidió que la dejase enculada y comenzó a frotarse el clítoris con las manos hasta llegar a otro orgasmo.
Después de unos minutos Lorena se paró. Entonces Ricardo se le acerco con su polla bien dura, Lorena inclinó su torso desnudo y comenzó a lamerle la cabeza de la polla. Era excitante observarla en esa posición, viendo su tetas bambolearse y su culo sacado hacia afuera. Braulio entonces se acercó por detrás de ella y se puso a jugar con sus dedos en los orificios de Lorena. Seguidamente Braulio la hizo ponerse de perrito y empezó a meter su polla en la vagina diciéndole, puta no te preocupes que no me voy a correr dentro de tu coño, lo hare en tu culo. Entonces saco la polla y yo me apresure y en la misma posición se la metí pero por el culo. Ella así tuvo otro orgasmo mientras chupaba a Ricardo quien se vino nuevamente en la boca de Lorena. Entonces, Braulio con su polla enhiesta se tumbó de espaldas en el piso. Lorena, que también quería una polla dentro de su coño saco mi polla de su culo y se montó sobre Braulio, empezó a besarlo y me pidió que se la metiera por el culo. Con nuestras pollas en sus dos agujeros el cuerpo de Lorena temblaba de una forma que no se puede explicar con palabras. Ella estaba en completo éxtasis y le pidió a Ricardo que viniera para mamarlo otra vez. Ella mamaba a Ricardo, mientras los otros dos la follábamos. Braulio estaba a punto de venirse y nos pidió que lo dejásemos salir.
Los tres nos paramos y Lorena se colocó en posición del perrito, apoyando su cabeza en el suelo y levantando su culo invitando a que nuestras pollas lo perforasen. Las tres pollas apuntaron a su culo que abierto esperaba nuestras descargas. Primero fue Ricardo quien le lleno de leche el culo. Después fue Braulio, quien soltó sus jugos dentro del culo de Lorena. Por ultimo yo inundé su culo. En total fueron seis corridas dentro del culo de Lorena que habia quedado abierto en flor. Después de esto, Lorena quedó exhausta y nosotros nos quedamos viendo a esa mujer de ensueño con la habíamos disfrutado durante una hora como cosacos. A los diez minutos Lorena se incorporó y nos dijo siempre tuvo fantasías de que la follaran unos mecánicos. Por ello hoy algo le había hecho perder la cordura. Ella no se reconocía así misma follando con tres tíos, mucho menos por el culo, algo que siempre le había negado al pobre de su esposo porque ella consideraba que el sexo anal era de putas. La verdad es que a pesar de ser su debut, no tenia nada que envidiarle a muchas actrices porno. Ademas lo habia hecho sin dilatación previa y sin lubricantes. Claramente, Lorena esta especialmente dotada para el sexo anal y es muy puta a pesar de sus antiguos prejuicios que acarreo hasta los cuarenta años. Finalmente, Lorena nos pidió por favor que guardásemos el secreto de lo ocurrido ese día. Además nos dijo que esa noche para quitarse la culpa de lo ocurrido iba a hacerle una mamada completa a su amado esposo. Entonces se paró y nuestro semen comenzó a salir de su culo inundado, chorreando entre sus piernas. Ella se limpió con un trapo y se vistió delante de nosotros. Luego se fue a arreglar al servicio y se despidió de nosotros quienes le dijimos que se acordara que siempre que quisiera desde ese día tenía tres nuevos amigos. Ella respondió, que había sido la mejor hora dl almuerzo de su vida, y que con lo dilatado que le había quedado el culo no se olvidaría de nosotros por mucho tiempo.